Sonríele

Sonríele. En esa sonrisa ella verá que te has fijado en ella y que te ha gustado lo que has visto. Si ella también te sonríe es que tienes posibilidades.
Mírala a los ojos. Mirar a los ojos siempre ha sido una famosa arma de seducción. Ella lo interpretará de esta forma, y si te devuelve la mirada es que vas por buen camino.
Si los dos primeros puntos han dado resultado, acércate a ella e inicia la conversación. Si no sabes de qué hablar, prueba a hacer una broma (de buen gusto, no queremos asustarla) o a preguntarle algo sobre ella. Si ves que tiene ganas de hablar contigo, has tenido buena suerte. Al final de la noche prueba a pedirle una cita.

La Vía del Valle
La vía tántrica llamada "del Valle" es la más fácil, especialmente para el control de la eyaculación.
La vía tántrica llamada del Valle" es la más fácil, especialmente para el control de la eyaculación, pues ese tipo de unión poco "movida" está basada en la relajación física y mental. Se la podría juzgar poco "excitante", lo cual es relativamente cierto. Sin embargo nos abre un mundo desconocido de sensaciones y de experiencias, engendra una plenitud prolongada, y logra la integración total de dos seres, en cuerpo, mente y espíritu, fuente de felicidad desconocida por las parejas ordinarias de nuestro Occidente apresurado.

Gracias sobre todo a la Vía del Valle el tántrico llega a "feminizar" su experiencia de la sexualidad. Para el hombre ordinario el acto sexual, centrado en el polo de la especie, es decir, en los órganos genitales, es una experiencia convergente en el espacio y en el tiempo. En otros términos, su vivencia tiende a restringirse cada vez más. La mujer despierta su deseo, luego, desde que se produce la erección, su vivencia se instala en una zona cada vez más reducida, la zona genital. Una vez insertado en la vagina, su pene acapara toda su atención, que tiende, poco a poco, a focalizarse en las sensaciones percibidas en el glande.

Paralelamente, su experiencia se estrecha también en el tiempo: converge hacia el breve instante de placer de la eyaculación, después de lo cual su deseo decae inmediatamente, y el hombre se retira y se aparta de la mujer.