Hechizo para atraer a los hombres, o a las mujeres

Para que una persona derrame simpatía y atracción hacia el s que ella prefiera, deberá preparar en un viernes de primavera, o en el solsticio de verano, un amuleto preparado a tal efecto.

Para ello, en una bolsita de seda verde se introducirán los polvos resultantes de haber secado y machacado los ojos de un sapo y el corazón de una paloma, si se quiere atraer a los hombres, o de un palomo si son mujeres lo que desea.

Si busca llamar la atención de los jóvenes, tanto chicos como chicas, habrá de utilizarse el órgano de un pichón, de uno u otro sexo, dependiendo del gusto del interesado.

El amuleto habrá de llevarse colgado, tocando la piel del pecho izquierdo para quien busque atraer a los mujeres, y del derecho para quien desee enamorar a los varones.

En este interesante hechizo, más que en ningún otro, es necesaria la concentración mental, ya que el mismo necesita sólo de ésta para el buen éxito del trabajo a realizar.

Puesto que no se requiere la utilización de ninguna clase de parafernalia o disposición especial, su práctica alcanzará los fines deseados si el operador tiene bien claras sus intenciones.

El trabajo habrá de realizarse cuando se tenga la seguridad de que el amado se encuentra durmiendo, comenzará un viernes de madrugada y se prolongará durante los seis días restantes, por lo que tendrá una semana de duración. Deberá realizarse siepre a la misma hora.

A tal efecto, en una mesita se pondrá una copa de cristal llena de agua y dos velas a ambos lados de la copa, de un tamaño equivalente al borde de la misma y colocadas a unos diez centímetros de distancia, aproximadamente.
Tras encender las velas, apoyar los codos en la mesa, sosteniendo, en actitud pensante, la cabeza entre las manos. Se observará detenidamente la superficie de la copa sobre el agua, y se imaginará que aparece el amado. Visualizarlo saliendo del agua, tomando apariencia y tamaño real, verlo lo más claramente posible, sintiéndolo como si estuviese realmente frente al interesado.

Hablarle ahora de amor, susurrando con voz segura los sentimientos que nos merece. Tras declarárselo, convencerle de que se enamore y ver cómo accede a las peticiones y se siente irremisiblemente atraído hacia el interesado.

Increpar, mandar, obligarle a que le ame e imaginar lo que sucedería, y cómo sucedería, viviéndolo en el propio cuerpo… El hechizo telepático tendrá una duración mínima de 15 minutos y máxima de media hora.