Primero algunas reflexiones

Han sido múltiples los emails que he recibido en mi blog personal, de jóvenes o adolescentes que necesitan consejos en materia de proximidad física, por ello y dado que sería mezquino de mi parte no transmitir una porción de la información que he recabado durante varios años de experiencia propia, me estoy dando la tarea de divulgar algo de lo que conozco ampliamente y que a mí siempre me ha resultado tan natural; como una labor social comparto pues un poco del conocimiento que espero sea de gran utilidad para los menos agraciados que son ya de por si bastantes, aclaro no es algo sencillo redactar este grupito de recomendaciones, pues yo soy una persona acostumbrada a la práctica no a la teoría.
Por otro lado quiero dar una advertencia a la gente que lea estas mis líneas, las tácticas que a mí me han resultado infalibles podrían no funcionar del todo para muchos, sobre todo para los principiantes, pues el ingrediente del atractivo personal también cuenta, así pues ya advertidos y si están dispuestos a poner en práctica esta útil guía y alegrar un poco su ingrata vida, continúen leyendo y espero que, después de este empujoncito no me estén pidiendo el manual de “Como quitármelas de encima”, pues la pasión de las mujeres es más ardiente que la nuestra y más enloquecida.
Primero algunas reflexiones. La palabra beso proviene del latín Basium –acción de besar- y besar del latín basiare, tocar algunas cosas con los labios contrayéndolos y dilatándolos suavemente, para manifestar amor, amistad o reverencia. El beso es la forma más clara de expresar cariño, expresar sentimientos, emociones y pasiones y la boca, según la teoría freudiana, es el primer lugar donde se asienta el deseo se-l.

Ahora algo de información que creo no está de sobra: las encuestas sobre las diferentes modalidades del beso revelan que a las mujeres les gusta ser besadas en el cuello, más del 97 por ciento de las mujeres calificaron la zona del cuello como intensamente er-a. La boca es la parte más móvil del cuerpo y un beso apasionado activa nada menos que 34 músculos mientras que un beso en la mejilla sólo activa doce músculos faciales.


A su vez, estudios médicos afirman que un beso apasionado provoca la subida de la presión sanguínea y el pulso se acelera pudiendo llegar hasta 150 pulsaciones, como consecuencia de la liberación de adrenalina.